Bien

Tu respuesta es correcta.
El hombre y la mujer son iguales ante la ley.
En la legislación mexicana se establece que los cónyuges contribuirán económicamente al sostenimiento del hogar, a su
alimentación y a la de sus hijos, así como a la educación de éstos en los términos
que la ley establece, sin perjuicio de distribuirse la carga en la forma y proporción
que acuerden para este efecto, según sus posibilidades. A lo anterior no está
obligado el que se encuentre imposibilitado para trabajar y careciere de bienes
propios, en cuyo caso el otro atenderá íntegramente a esos gastos.
Los derechos y obligaciones que nacen del matrimonio serán siempre iguales para
los cónyuges e independientes de su aportación económica al sostenimiento del
hogar.
Pregunta 2